Alejandro Montesinos
28 sept 20211 Min. de lectura
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A pesar de la aparente austeridad de la casa, fue tecnológicamente vanguardista y constructivamente sofisticada, con instalaciones avanzadas y materiales patentes de uso común en la España de los años sesenta. Jesús Huarte conoció a Molezún en Roma. Asistió como invitado a una recepción en la Academia Española coincidiendo con su estancia. Dicha amistad se fraguó en sus constantes viajes de verano.
Existió una relación profesional con el Grupo Huarte, la relación profesional con los Huarte se inció con dos proyectos que realizó Molezún en 1960. Tras este comienzo surgieron numeroros proyectos con colaboradores importantes como Francisco Capulino, diseñador o José Luis Aranguren, arquitecto. Hubo un proyecto donde se inició una ampliación en el Hotel Formentor que colaboraron Corrales y Molezún. Molezún realizó un proyecto en Pollensa para el Grupo Huarte en el año 64.
Finalmente el siguiente proyecto fue la casa para Jesús Huarte y su familia en Puerta de Hierro en Madrid. A partir del encargo de la casa Huarte la relación profesional de Corrales y Molezún con el grupo Huarte se centró fundamentalmente en el desarrollo inmobiliario de la Manga del Mar Menor. Ambos arquitectos realizaron numerosos proyectos con el grupo Huarte.
Corrales comenzó a trabajar en el estudio del arquitecto más mediático de la arquitectura española de los años cuarenta y cincuenta, su tía Luis Gutiérrez Soto, una figura a caballo entre el tradicionalismo y el movimiento moderno, al que se aproximaba introduciendo en sus proyectos elementos lingüísticos puntuales, como el uso de parasoles al estilo “corbuseriano”, la introducción de la cubierta plana, el tratamiento de fachadas con ventanales corridos o el uso de grandes voladizos.
Molezún ganó la beca para el pensionado de la Academia de España en Roma entre el 49-53, donde dibujó la arquitectura clásica, proyectó sorprendentes propuestas arquitectónicas, viajó y se empapó de las teorías de Bruno Zevi, escritor; Gio Ponti, editor de la revista Domus, la revista de arquitectura más influyente de la mitad del siglo XX; y Ernesto Rogers, director de la revista Casabella, una plataforma teórica italiana. Donde Molezún definió el libro de Bruno sobre la historia de la arquitectura moderna influyó en su carrera. Finalmente, Molenzú regresó a España y siguió su carrera en solitario donde en el 53 comenzó la colaboración entre Corrales y él. Se presentaron a numerosos concursos con éxito.
La idea fue buscar el mediodía, de forma que la casa se coloca al norte, dejando el jardín al sur. Para separarse de la calle, del ruido y del vecino, se modifica el terreno; se levantaron unos muros perimetrales con banqueos y se rellenaron de tierra. Se consigue un escalonamiento artificial en una parte del terreno con lo cual está separada de la calle. La casa se abre mediante tres patios interiores, separada de la calle por este escalonamiento en el cual se sitúa el servicio con su propia entrada.
El primer patio representativo es el de llegada, otro es el patio familiar, que tiene un pilón-piscina, y el tercero es el patio de dormitorios. Las ventajas de aquella época respecto al sistema actual de normativas comunidades residenciales, es que ahora las edificaciones tienen que separarse quince metros del linde en muchas comunidades, con lo cual la casa hay que situarla en medio. Este impide la diferenciación de los terrenos exteriores; en cambio, en este caso, vamos al límite separándolos cuatro metros del lado norte. El muro de cerramiento antes citado no lo hubieran dejado en una urbanización actual. Con todo esto quiero decir que en aquella época se jugaba con unas ventajas que actualmente no existen. Era muy complicado, pero por otro lado podías saltarte muchas cosas, que hoy dificultan el proyecto.
En la planta se ve una entrada de vehículos al norte, siempre tuvimos la idea de que se llega en coche, y por lo tanto tiene que haber un porche para llegar en coche y pararse. No una puerta. El salón-estar sale a un de los patios, comunicado a su vez por una especie de pasillo con comedor. El pasillo tiene unas correderas que se abren pudiendo comunicar el patio del salón con el patio familiar. Próximo al salón se encuentra un cuarto de estar de la familia, el dormitorio principal y los dormitorios de los hijos. Todo comunicado con el servicio que está debajo del jardín elevado a mediodía. De este modo, el servicio comunica con el comedor y comunica con los dormitorios.
Esta es la idea de la casa, es decir, que la casa se coloca hacia el norte con el jardín delante, el sol llega hasta ella y mediante el banqueo se separa de la calle y de la vista de las otras casas. En el piso de arriba hay una biblioteca que tiene el ventanal a norte para poder ver la sierra de Madrid. En las fotografías de aquella época del patio representativo se observan los muros artificiales y la vegetación que separa la calle.
Es un edificio en que tuvimos muchas facilidades porque no había limitación de materiales ni de mano de obra. Se utilizó ladrillo de gres de Segovia siendo el suelo también de gres. La cubierta es de teja vidriada color berenjena y todos los remates entre ladrillo y teja, están hechos con chapa galvanizada plegada según la necesidad, una cosa que hemos mantenido muchas veces. Es decir, es remate y canalón al mismo tiempo. Lo difícil es que una teja plana se ligue de manera limpia con el ladrillo. La carpintería es de madera de cedro. En aquella época usábamos un sistema que tampoco podemos dejar de lado, la ventana Pearson inglesa, una ventana en la cual no había hoja, había un cerco con ranuras y la luna corría limpiamente sobre la ranura de madera con unos tubitos de desagüe. De esta forma queda una carpintería muy limpia. Hoy en día no te admiten una carpintería sin hoja, es decir, con ranuras sobre el acero. El patio familiar tenía una piscina-pilón que la pintamos de malva oscuro; era bonito con el ladrillo, pero para bañarse me parece que tenía que ser un poco desagradable meterse en un agua tan oscura. El sistema de cubiertas es muy popular, como una casa de pueblo, a un agua todo, con unas piezas de chapa que rematan muy limpiamente el edificio. Se parece a una zona de un pueblo de cubiertas libres. No parece que esté organizado. El porche de entrada también tiene un remate de chapa. Todo este juego de remates es muy importante.